Únicamente los niños saben lo que buscan. Pierden el
tiempo con una muñeca de trapo que viene a ser lo más importante para ellos y
si se la quitan, lloran...
Saint-Exupéry
Pasas la vida
esforzándote en buscar miles de excusas para no hacerlo
investigas sus
antecedentes
sus por qués,
su composición
escrupulosa y mínima
su mecanismo
sus afecciones
sus procesos y extensiones
sus facetas y
cambios
sus ventajas y sus
crisis.
Buscas todos los
argumentos posibles
que apoyen su
valor,
los del sentido
común
los estéticos
los científicos
y hasta los
tecnológicos.
Lo miras, lo lees,
lo hablas, lo escribes, lo analizas, lo relacionas
Lo compones en
puzzles de miles de piezas
durante miles y
miles de días...
Lo merodeas
obsesivamente hasta envolverlo en un inexpugnable pedestal.
Puedes incluso
llegar a crear en su nombre el gran paradigma de los paradigmas
para que no quede
grieta alguna de su incuestionabilidad
TODO
Todo lo necesario
para no hacerlo.
Y mientras
tanto...
Mientras tanto,
lo innombrable, lo
intangible, lo incalculable
lo inocente...
juega
Oigo su risa por
todas partes...