domingo, 25 de diciembre de 2011

Dios


Déjame llorar
Déjame lamentarme de mi suerte cruel
¡Y que anhele la libertad!

Lascia ch'io pianga.
Lascia ch'io pianga mia cruda sorte,
E che sospiri la libertà!


(Abajo música)




Luz en la oscuridad   (Light in the darkness, George Heath, 1844-1869)


Cuando el alma es abrumada por la penumbra,
la tristeza, el dolor y la preocupación;
cuando el futuro parece oscuro como la tumba
y el presente un golfo de desesperación;

Cuando la vida parece una plaga solitaria,
una carga que llevamos diariamente;
cuando la esperanza huye rápidamente
y el placer lejos se desvanece;

Cuando el alma se atormenta en soledad
y regaña su destino inmutable;
cuando el corazón en roca parece coagularse,
detrás del peso insoportable de la desgracia,

tal vez un dulce e inocente niño
deposite un beso en tu mejilla pálida
y diga: "Cómo le quiero", y sonría
con una mirada de dicha inefable.

O quizás una esposa cariñosa
te ofrezca esperanza incluso en el final;
o tu mano sea aferrada firmemente
por el cálido afecto de un amigo.

Cuando hermosos y elocuentes ojos
caigan tiernamente sobre los tuyos;
cuando los corazones se compadezcan del tuyo,
mostrándote que no estás solo;

Que un rayo de luz inalcanzable
emocione tu alma y alcance tu humanidad
dispersando la penumbra de la noche
y barra hacia el día tu oscuridad.

Y así te dará nuevo coraje y esperanza,
aligerando tu carga, tus tribulaciones;
te dará fuerza para contener las aflicciones
y la desesperanza se irá.







2 comentarios:

  1. Es maravilloso, sin duda...

    Maravilloso por la escritura y claro está que por el contenido de ésta...

    Es maravilloso también saber que todas esas cosas son capaces de alentarnos en pleno proceso de suicidio...y siempre siempre ocurre así...

    Si somos capaces de llegar a la muerte emocional, es porque también lo somos de volvernos a enamorar con esas pequeñas cosas, que sólo las personas sensibles, sabemos apreciar...

    Sigue alentándonos con tus palabras...

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