lunes, 4 de enero de 2010

Untá de metafísica para un estómago vacío


¿Qué ocurriría si fuese capaz de dar atención a todo lo que soy?
Dejarme llevar en un baile espontáneo
compartido con fluidez...
como el agua que se da a un sediento,
la que limpia los rincones,
la que desborda los cauces,
la que golpea.

La que ahoga al que ya no le cabe más.

Como mi sed.

Yo sería la Makarie de Goethe,
y mi sangre borbotearía en el hálito de esta ciudad.
Tu respiración sería  el rumiar intermitente de la resistencia del frigorífico,
y la imperceptible masa de aire oscilante que acumula pelusa en los espacios sin tránsito de mi hogar.

No hablaríamos de yo
ni hablaríamos de tú
sino de palabras generosas
que lo contienen todo.

La sinapsis perfecta.

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