domingo, 13 de junio de 2010

Al mismo paso


Ya no me ofenden los días de sol,
como antes
ya no me ofenden.
Pensé que se debía
a las interminables lluvias de este invierno,
o que me estaba haciendo vieja
y necesitaba calor.
Pero no.
El verano ha llegado
haciendo permanente los días largos
y yo no ansío la noche.
Ya no.
¿Me habré curado?
¿Me habré puesto al fin de su lado?


Pero sigo teniendo tantas cosas por decir…

Quizá,
no sea yo la que ha cambiado el paso
hasta ponerlo en fase
quizá, sin yo notarlo
el mundo por fin escucha.

Y ya no grito, ni exige pruebas
sólo con mirarme
siente todo lo que digo que está más allá de lo que /sé
comprende la inminencia

nos hemos reconciliado.



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