viernes, 25 de junio de 2010

Revelations on the road. The day that Mercury and crab are in touch.


Las luces intermitentes
de la señal de carretera
bailan al piano de Tom Waits
con Georgia Lee.

La noche se adentra en la noche
(no sirven las dos dimensiones
no le conforman
valiente, no quiere seguir).

¿Si no existieran canciones tristes?
¿Si el flash hiciera bellamente plano cada retrato?
¿Cómo llegar a la profundidad de las cosas,
si en la noche quieta
nadie parara en un andén a escribir?

¿Quién me acompañaría?

Los días programados y estables de sol espeso como /una tabla,
no nacieron para los que se detienen aquí.
El terror inyectado se extiende como el veneno
desquiciado
sin salida
encajado en el cemento
cuadrado
por donde respira
el álamo de la calle decorada.

Pero hoy que el invierno termina
y mi coche se inunda de agua
Mercurio, que es aire y es mi coche y es mi hermano,
y es mi letra
y es
este mes
que acaba
rescata mi sentimiento ahogado
cuando el cangrejo estalla.

Aparece y me mira
como quien descubre un claro
en la espesura del bosque
o la selva oscura
dulce como el verano
que comienza hoy

como sólo miran los ojos de los que se detienen aquí.


Y ya no quiero huir.


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