martes, 24 de marzo de 2015

Mi hogar

















En seguida estaré allí
y veré correr la lluvia tras el cristal
al calor de un lugar que es mi santuario.

Oh, Patronus,
Oh, Patronus,
mi hogar es una catedral sagrada
donde el silencio crepita
y sus techos altísimos
se estiran hasta tocar lo imperceptible.

El sol tintinea
flotando en el aire
dorado
jugando con cada sombra
sublimada.

Oh, Patronus,
La belleza es mi redentor

el punto de ebullición
en este crisol
sin tiempo
donde el alma refulge.




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